Síntomas y señales

Dolor
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El
dolor muscular general
constituye el síntoma más
destacado de la
fibromialgia. Por lo general
ocurre en todo el cuerpo,
aunque puede comenzar en una
región del mismo, tal como
el cuello y los hombros, y
extenderse a otras áreas al
cabo de cierto tiempo. El
dolor producido por la
fibromialgia ha sido
descrito de diversas formas,
tales como: ardor, punzada,
rigidez y sensibilidad. A
menudo varía según la hora
del día, el nivel de
actividad física, el clima,
los patrones de sueño y la
fatiga nerviosa. La mayoría
de las personas con
fibromialgia dice que
siempre siente algo de
dolor. Estas personas
sienten el dolor
principalmente en los
músculos. Para algunas
personas, el dolor puede ser
bastante severo. Aunque el resultado del
examen físico general casi siempre es normal y las
personas tienen un aspecto saludable, un examen
cuidadoso de los músculos de las personas con
fibromialgia, revela zonas sensibles al tacto en
lugares específicos, llamados puntos hipersensibles.
Los puntos hipersensibles son áreas del cuerpo que
resultan dolorosas cuando se ejerce presión sobre
ellas. La presencia y el patrón de estos puntos
característicamente hipersensibles diferencian la
fibromialgia de otras afecciones. No todos los
médicos saben cómo detectar estos puntos, pero la
mayoría de los reumatólogos puede llevar a cabo una
evaluación de puntos hipersensibles. |
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Los puntos en esta
imagen indican las diversas ubicaciones de los
puntos hipersensibles. Las personas que padecen
de fibromialgia sienten una hipersensibilidad
indebida cuando se ejerce presión en estos
puntos. |
Los puntos
hipersensibles asociados con la fibromialgia tienen
una ubicación similar a la de los puntos
hipersensibles presentes en otros tipos comunes de
dolor muscular y de huesos, tales como el codo de
tenista (epicondilitis lateral). Un punto
hipersensible a un lado del cuerpo suele tener un
punto hipersensible correspondiente en el mismo lugar,
en el lado opuesto del cuerpo.
A pesar de que los
puntos hipersensibles que se muestran en la página 3
son comunes, otros músculos y áreas de tejidos blandos
también pueden resultar dolorosos. La gente a menudo
desconoce la ubicación exacta o incluso la presencia
de muchos de estos untos hipersensibles, hasta que un
médico lleva a cabo una evaluación cuidadosa de los
mismos.
Fatiga y alteraciones
en el sueño
Alrededor del 90 por
ciento de las personas con fibromialgia experimenta
fatiga moderada o severa, menor resistencia al
esfuerzo, o el agotamiento típico propios de la gripe
o la falta de sueño. A veces la fatiga es más
problemática que el dolor.
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Las personas con
fibromialgia pueden experimentar un tipo de fatiga
parecido al que ocasiona otra afección, conocida como
síndrome de fatiga crónica (SFC). Los Centros de
control y prevención de enfermedades (Centers for
Disease Control and Prevention) han desarrollado
criterios para diagnosticar el SFC. Para diagnosticar
a una persona con SFC, ésta debe presentar un
historial de por lo menos seis meses de fatiga
inexplicada, evaluada clínicamente, además de cuatro
de los siguientes ocho síntomas: dificultad para
pensar con claridad, irritación de garganta,
hipersensibilidad de los ganglios linfáticos, dolores
musculares, dolores en las articulaciones, dolores de
cabeza, alteraciones en el sueño y malestar durante
más de 24 horas después de un esfuerzo.
Usted puede observar que
algunas personas con fibromialgia tienen síntomas
similares ala descripción de SFC y viceversa. Debido a
la semejanza entre los síntomas que caracterizan a
estos síndromes, algunos expertos creen que las dos
dolencias están relacionadas o que representan
variaciones de una misma enfermedad. Sin embargo, los
estudios realizados en personas con fibromialgia y SFC
no han proporcionado resultados convincentes a favor
de esta teoría.
La mayoría de las
personas con fibromialgia experimenta trastornos del
sueño. Aunque pueden conciliar el sueño sin grandes
dificultades, tienen un sueño muy ligero y se
despiertan con frecuencia durante la noche. A menudo,
estas personas se levantan sintiéndose cansadas,
incluso después de haber dormido durante toda la
noche. La fatiga resultante puede ir desde la apatía y
la disminución de resistencia hasta el agotamiento. El
nivel de fatiga experimentado puede variar de un día
para otro.
Las investigaciones han
demostrado que la perturbación del sueño profundo
altera muchas funciones críticas del cuerpo, como la
producción de las sustancias químicas necesarias para
reparar el tejido muscular, así como la percepción del
dolor por parte de la persona. Algunos investigadores
creen que los trastornos del sueño pueden ser una de
las causas de la fibromialgia. Esta teoría debe
estudiarse más a fondo, pero es obvio que los
trastornos del sueño pueden agravar los síntomas de la
fibromialgia.
Síntomas del sistema
nervioso
Cuando se padece de
fibromialgia, los cambios de humor son comunes. Muchos
individuos se sienten tristes o decaídos, aunque
aquéllos que padecen de depresión clínica representan
sólo un 25 por ciento del total. Las personas con
fibromialgia también pueden sentirse ansiosas. Hay
investigadores que creen que es posible que exista una
conexión entre la fibromialgia y algunos tipos de
depresión y ansiedad crónica. Sin embargo, cualquier
persona que padezca de una enfermedad crónica, no
únicamente fibromialgia, puede sentirse deprimida en
ocasiones, al luchar contra el dolor y la fatiga que
experimenta.
Las personas que padecen
de fibromialgia pueden reportar dificultades al
concentrarse o al realizar tareas mentales sencillas.
No hay evidencia que demuestre que estos problemas se
agravan con el tiempo; simplemente suelen aparecer y
desaparecer. Se han observado problemas parecidos en
muchas personas que experimentan cambios de humor,
alteraciones del sueño u otras enfermedades crónicas.
Fuente
http://www.arthritis.org/
Otros síntomas
Modulación de los
síntomas por la actividad física.
Modulación de los síntomas por factores atmosféricos.
Agravamiento de los síntomas por la ansiedad o el
estrés.
Sueño no reparador.
Fatiga general o laxitud.
Ansiedad.
Cefalea crónica.
Síndrome de colon irritable.
Sensación subjetiva de inflamación.
Entumecimiento.
Se requiere cumplimiento de los criterios obligatorios
más el criterio mayor y 3 criterios menores. En el
caso de no cumplir con más de 3 o 4 puntos de gatillo
se requieren 5 criterios menores.
Síntomas asociados
Además de los
criterios diagnósticos comunes a la enfermedad, se
observan una serie de síntomas que se sobreañaden al
dolor específico de la FM:
Debilidad generalizada, dolores musculares y
articulares difusos. Otro síntoma frecuente es la
rigidez en la planta de los pies.
Alteraciones del sueño: problemas para conciliar el
sueño e interrupciones frecuentes del dormir durante
la noche. La alteración del sueño también puede
presentarse bajo la forma de mioclonus (espasmos
musculares en las piernas y en los brazos durante el
sueño), lo que provoca un sueño de mala calidad que
hace que la persona con FM se duerma sin problemas,
pero el nivel profundo del sueño se ve dificultado por
la aparición de los dolores.
Fatiga matutina y durante el día.
Rigidez matutina, en general de forma leve.
Cefaleas.
Sensación de entumecimiento y hormigueo de una
extremidad, y sensación de tumefacción (hinchazón de
un órgano).
Digestivo: Sensación de
garganta ocupada. Náuseas. Acidez. Dolor abdominal.
Colon irritable.
Ojos: Visión
doble, borrosa u ondulada. Picazón o sequedad de ojos.
Intolerancia a la luz.
Vejiga irritable (constante necesidad de orinar)
Otros síntomas frecuentes son el dolor de cabeza, la
caída del cabello, sensibilidad a la luz, colon
irritable, entumecimiento o calambres de las
extremidades.
Oídos: Zumbidos en oídos.
Sensibilidad auditiva aumentada. Intolerancia a los
ruidos.
Sistema reproductor:
Dolores menstruales. Ciclos menstruales
irregulares. Pérdida de la libido o impotencia.
Anorgasmia.
Estos síntomas tienden a fluctuar y no necesariamente
ocurren simultáneamente. Pueden aparecer lentamente o
de repente. |