El Cuerpo y La
Medicina según Los Indios Lakota
 "...Las
personas van a ver al doctor o al curandero y nunca
piensan mucho en ese doctor o curandero. Simplemente
toman la medicina y no piensan mucho en la medicina
o en su cuerpo. Cuando alguien toma una medicina,
medicina Blanca, hierbas, medicina India, o lo que
sea, necesita entender que Las medicinas son gente,
Son personas.
Necesitas tratarlas como personas a quienes invitas
a entrar en TU cuerpo.
Necesitas darles la bienvenida dentro de TU cuerpo
hablando con ellas, diciéndoles que estás contento
de que ellas hayan venido a ayudarte. También
necesitas hablar con TU cuerpo. Nosotros estamos
hechos tanto de cuerpo como de espíritu y de nuestro
destino, pero nuestro
cuerpo es inteligente y tiene
un espíritu que entiende. Debemos hablar con nuestro
cuerpo y pedirle que dé la bienvenida a la medicina.
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Necesitamos explicarle (a nuestro cuerpo) que la
medicina está ahí para ayudar con el dolor o la
enfermedad.
Debemos decirle, "Yo sé que realmente te
cansas. Sé que no te he tratado muy bien y te pido
que me perdones por ello, pero tenemos un amigo que
viene a ayudarnos. Aquí hay una medicina que yo voy
a tomar, así que te pido que Le eches una mano,
ayúdala, y te sentirás mejor." A veces tratamos de
quedarnos con nuestro dolor. A veces el dolor no
quiere dejarnos, pero esta medicina es nuestra amiga
y puede ayudarnos, así que ayuda a la medicina.
Luego dile a la medicina que has hablado con su
cuerpo y Le has pedido que ayude con su trabajo..."
Extracto Tomado de "The Price of a Gift - A Lakota
Healer's Story",por
Gerald Mohatt & Joseph Eagle Elk
http://www.lumensanatio.blogspot.com/
Roy Littlesun: la importancia de una buena
alimentación
Hoy
transcribiremos un interesante entrevista con el
hopi Roy Littlesun, que fue realizada por Ima
Sanchís, del periódico catalán la vanguardia
Tengo 75 años. Nací en Java, Indonesia, y vivo en
Arizona, pero desde 1960 viajo continuamente. Estoy
viudo y tengo tres hijos. Fui marino mercante.
Aspiro a que los políticos sean innecesarios. Mi
espiritualidad es la práctica de la ley del creador:
ser uno con el ciclo del universo
Cómo, desde la isla de Java, fue a parar a Arizona?
Soy hijo del este y del oeste. Mis raíces son
japonesas, holandesas y alemanas, y mis antepasados eran capaces de comunicar ambos mundos, el este y el oeste, que según el plan quedaron fijados en Oriente y Occidente.
¿Qué plan?
El plan del creador es hacer de esta tierra un
portal de paz. Y el portal requiere dos lados, uno
es la ley universal y el otro está por crear a
través del potencial humano.
¿Y en qué consiste?
Aquí podemos realizar las posibilidades del otro
lado, lo que no se ve debe ser realizado. Hay queunir este y oeste, sol y luna, lo femenino y lo masculino. Y ustedes las mujeres deben cambiar el mundo.
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¿?
Deben controlar el alimento, porque la comida acaba
convirtiéndose en nuestra sangre. Las cocinas eran
nuestras primeras iglesias, los primeros lugares de
sanación, las primeras escuelas, los primeros
laboratorios de alquimia; de la alimentación nació
el comercio..., el grano es el primer dinero.
¿Y?
Para conectarnos con el creador necesitamos la
memoria que encierra el grano.
Volvamos a su historia.
Viví la Segunda Guerra Mundial, una vida muy dura,
simple, pero feliz. Llegar a Holanda no fue fácil:
allí hacía mucho frío.
¿Pero qué fue lo importante?
Descubrir que no era libre. Holanda era un país
pequeño y conservador. Mientras fui estudiante
trabajé en diversas fábricas, pero aquello no tenía
sentido, necesitaba aire, y me hice marino mercante.
Navegué durante tres años hasta que decidí abandonar
el mar y emigrar a California. Pensaba que allí
sería libre.
¿Y no?
Yo en realidad lo que quería era encontrar el
sentido de la vida. Peregriné, anduve y por fin
entendí el sentido de la creación.
¿A qué se refiere?
A cómo cambiar, entendí que el cambio pasaba por la
alimentación y me hice macrobiótico, así se
transformó mi cuerpo, mi mente y mi percepción. Creé
uno de los centros más importantes de sanación en
Los Ángeles.
¿Sanación?
Puse la macrobiótica en un contexto mucho más
amplio. Mi centro, que estaba en Hollywood, se hizo
muy famoso porque a él se acercaban las grandes
estrellas. Pero después de cuatro años no estaba
satisfecho.
¿Por qué?
La gente venía sólo a sanar el cuerpo. Fue entonces
cuando me topé con los indios hopi de Arizona y fui
adoptado por uno de los hombres de sabiduría, Titus,
con el que establecí un pacto secreto el día de su
muerte.
¿Me lo va a contar?
Sí, porque se trataba de compartir con el mundo la
ley del creador, esa es la esencia de mis
enseñanzas, cómo cambiar la calidad de la sangre,
restaurar nuestra memoria para poder volver a lo
sagrado.
¿A través de la comida?
Sí, y no es sencillo porque las mujeres, que son las
que tradicionalmente controlan los fogones, han
perdido el sentido de la alquimia de los alimentos.
Microondas, aluminio, teflón… con todos esos
utensilios es imposible.
Dígame qué es lo fundamental.
Coja una gran caja, llénela de todos esos utensilios
que no usa, conservas y productos precocinados, y
tírela. Luego vuelva a llenar su despensa de comida
de verdad. Entonces la casa volverá a ser el centro,
porque el centro no está fuera, en el banco, en el
hospital o en la escuela.
No sea tan radical.
El alma de la casa es la cocina y no la televisión.
Hay que entender el significado de lo que es
cocinar: es un arte, es un gran poder.
El de las abuelas.
La casa es el primer centro de gobierno y su corazón
es la cocina. La cocina es sagrada, pero se ha
convertido en un bar, una minicafetería. Yo crecí en
Java y recuerdo que antes de la guerra el mundo era
así, pero después todo cambió: la no comida fue
colonizando todos los hogares.
Se debió llevar un disgusto cuando llegó a Estados
Unidos.
Vi cómo cambiaban los cuerpos de la gente, las
formas de pensar, los comportamientos, y cada vez
más. Hoy lo habitual es alimentarse de pan blanco y
no comer grano. Eso sí, se ha puesto de moda
desayunar fruta.
¿Le parece mal?
La fruta hace que la sangre sea ácida, hay un exceso
de consumo de potasio porque se ha aconsejado comer
muchos plátanos y naranjas, y el sistema nervioso
está desequilibrado.
¿Cuál es para usted la dieta correcta?
Yo no trabajo con dietas, pero diariamente
deberíamos ingerir una media de un 50% de cereales
integrales, granos completos (quinoa, arroz
integral, mijo, avena), un 25% de vegetales de
temporada , un 20% de legumbres y un 5% de fruta de
temporada.
Y luego hay que saber cómo comerlo.
Sí, no mezcle las frutas con la comida, tómela de
merienda, después de la siesta es ideal.
La siesta en este país es un recuerdo.
Y para desayunar cosas fáciles de digerir: granos
suaves, y siempre salado. Y no olvide que todo tiene
que pasar por el fuego: el gran regalo del creador a
los humanos.
Sorprende su apariencia jovencísima y jovial. Dice
que llegó a Hopylandia (Arizona-Nuevo México) guiado
por una estrella que veía en el cielo de su tierra
natal, en la isla de Java. Allí le esperaba el sabio
sacerdote hopi, el abuelo Titus, para nombrarlo su
hijo adoptivo y transmitirle las profecías hopi.
Desde entonces recorre el mundo explicando que hay
que purificar la sangre a través de la comida: es
hora de volver a la verdad de usar la comida como
medicina para volver a sentirnos libres y contentos.
Su teoría encierra verdades y también crípticos
mensajes a veces difíciles de digerir. El próximo
día 30 de noviembre dará una conferencia en el
Centro Antar (Barcelona)
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